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domingo, 8 de julio de 2007

Nota a Susana de Clarin

TELEVISION Susana Gimenez: "Yo quiero que todo el mundo me quiera"
En una charla íntima, repasa sus 20 años de programa, sus peleas, sus reconciliaciones, su infancia. Habla de Rial, de Pergolini y mucho de ella: "No me gusta tener enemigos", entre otras confesiones que la pintan cuando no tiene maquillaje.

slamazares@clarin.com
Aún no dieron las doce, pero hubo una clara transformación. Ni carroza ni calabaza. Pero sí se apagaron las luces del estudio, ella se bajó de los 15 centímetros de taco, se alborotó el pelo con las manos, se dejó caer sobre el sillón, mandó a buscar una botella de vino tinto al baúl de su auto, improvisó una sabrosa picada con bondiola y queso para dos y le soltó la mano al personaje, que tal vez quedó afuera, en una de las noches más frías del año. Adentro, en la calidez de su camarín -un dos ambientes con baño y manta eléctrica-, Susana Giménez se entregó a una charla sin apuro ni agenda, en la que habló, conceptualmente, casi a cara lavada. Pero, tal vez antes de salir, el personaje dejó su pista de glamour en la escena: el celular dorado, que cuando suena recrea la cortina de su programa. Así y todo, al menos durante esas casi tres horas, se permitió estar más cerca de la calabaza.A 20 años de haber debutado como conductora, cuando el actual Susana Giménez (a las 20.15, por Telefé) se llamaba Hola Susana (iba al mediodía, por ATC), reconoce que "la tele de ahora está muy bestial, muy rara, donde pareciera que todo vale. Pensar que cuando yo traje a Nelson (el hombre más pequeño del mundo) muchos me criticaron. Ese año conseguimos a varios del libro Guinness: al enano más enano, a la tetona más grande... ¿Al hombre con dos penes? Bueno, yo nunca quise llevarlo al programa, pero desde la producción insistieron. Igual, nunca le vi nada. La escribana sí tuvo que ver, pobre... Sí, es cierto, a veces hemos salido a buscar cosas desde el absurdo y desde el humor. Pero como en este tiempo hay mayor libertad en pantalla, yo soy mi propio stop".¿Y dónde lo ubicás?En el buen gusto y en no herir a los demás. Nunca pierdo de vista que la televisión entra a todos lados. Y, además, pongo el límite donde me gusta que lo pongan conmigo. Crecí con lo que me enseñó mi mamá de chiquita: Nunca hagas a nadie lo que no quieres que te hagan a tí.¿Siempre lo pusiste en práctica?Digamos que desde que maduré un poco... En el colegio era medio guachita, maleducada, líder. Era arrojada y tenía una contestación para todo. Con el tiempo y este laburo cambié. Pero, salvo honrosas excepciones, en este medio a nadie la importa si jode al otro. Hablan de los demás como si la gente no tuviera corazón... Cuando hablan mal de mí me duele.Pero luego se te pasa, ¿no? Este año ya recibiste varias veces a Jorge Rial...Estuvimos peleados durante un tiempo. El pensaba que yo me oponía a que estuviera en Telefé y nada que ver. Gustavo (Yankelevich, su actual productor general) propuso esta unión y me hizo bien, porque sufro con los enfrentamientos. Yo entiendo que hablar de mí da leche, pero prefiero no hacerlo.¿Tenés capacidad de perdón?Mucha. Y con el tiempo me he puesto más espiritual, leo mucho sobre los hindúes. Y la verdad es que no me gusta tener enemigos. Yo quiero que todo el mundo me quiera.Pero has tenido peleas históricas.Sí, con Ethel Rojo, por ejemplo. Fue por una pavada, pero nos amigamos después de mucho.¿Lucha de plumas?Sí, total. Estábamos por hacer una revista en el Astros y yo tenía arreglado por contrato que saludaba última y sola. Luego ella se casó con (Héctor Ricardo) García y preguntó si entonces saludábamos juntas al final. Y yo dije "¿juntas? No, de ninguna manera". Y no me habló nunca más. El día del estreno, ella entró por la platea, con ruleros y bata, como diciendo no me deja saludar. Y me ofendí a muerte. Y como 15 años después, entré a un restaurante, estaba ella y me acerqué y le dije "basta Ethel de estar peleadas. Si estuve mal perdoname, yo tenía firmado eso, no quise lastimarte". Y nos dimos un beso y listo. Está claro que con los años te volvés más tolerante.Tanto, tal vez, que el martes compartió pantalla con Mario Pergolini (en un dúplex con CQC, a modo de pase) y juntos bromearon sobre sus viejas asperezas. "El otro día Mario me llamó por teléfono y me mandó unos anteojos. Nunca tuve nada contra él y tampoco creo que él lo tenga conmigo, pero me parece que tiene que cambiar de speech (discurso) cuando habla de mí, porque yo no estoy gorda. Hace diez años que no estoy gorda. Y está bien que yo también a veces joda con eso, pero no me gusta que se metan con el tema del cuerpo".¿Y con el de tus parejas?Cada vez que cambio de novio pareciera que la Argentina entera lo tiene que aceptar. Y casi siempre los odian al principio. Con el tiempo se acostumbran y aprueban, hasta que cambio y empieza otra vez la debacle. Ya asumí que no tenemos un ambiente artístico plagado de estrellas y entonces...Ex modelo publicitaria, actriz de cine, de teatro de revista, conductora, confiesa que le incomoda que la llamen diva: "Soy de la época en la que diva era una María Callas. Yo prefiero que me consideren artista. Eso remite a un conjunto de cosas. Para mí, artista también es Nacha Guevara".Luego de un año sin pantalla -se despidió en 2005, cuando "de común acuerdo" ella y su productor, Luis Cella, resolvieron dejar de trabajar juntos- en marzo decidió volver, "pero sólo si me producía Gustavo (con su empresa, RGB)". Y el ciclo -con El circo de las estrellas- suele convertirse en los segundo más visto del día.Cuenta que, de chica, uno de sus paseos favoritos era ir al cine con su abuelo Alberto, "un irlandés, seco, un hombre de campo. Yo le daba un beso y él me decía salga de ahí, m'hija. Se hacía el duro y yo lo amaba. Abría la puerta y él estaba ahí con esos ojos verdes y para mí salía el sol".Eran tiempos en los que daba la vida por las inolvidables monedas de chocolate Nestlé, en los que fantaseaba con ser maestra aunque odiara estudiar. Eran tiempos en los que se desvivía por las estrellas de Hollywood. Eran tiempos en los que seguramente no imaginaría que una noche de éstas diría que "fantaseando, me gustaría ser como Tita Merello, que era como una parte de la Argentina... querida por casi todos".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

los fenomenos dan rating lornette decile que te lleve al programa
ah y antes escribi y no publicaste
vas a perder a susanaa no jodas conmigo o le digo a papi

Anónimo dijo...

PARECE QUE NO LE ENSEÑARON QUE ENTRE NO HACER LO QUE NO TE GUSTA QUE TE HAGAN ESTA EL NO QUITARLE EL MARIDO A OTRA Y ROMPIO VARIOS HOGARES HACIENDOSE LA QUE NO SABIA NADA
POOOOOBRE TAN INGENUA!!!!