Susana en la entrega de los premios Grammy latinos
La diva en `Señor Tango´
Gira, sonríe, levanta sus brazos, y del resto de la magia se ocupa su vestido colorado de organza, creación de Valentino. Cuando se encienden las luces, Susana Giménez despliega ese halo atrayente que le confiere el título de “diva”. A su lado, el anfitrión de “Señor Tango”, Fernando Soler, descansa el bandoneón sobre su muslo y, desafiante, busca esos ojos de la dama, distantes y provocadores. Ella, con su mano en la cintura y mirada altanera, elige romper el hielo con una de sus clásicas canciones: “Se dice que soy fiera, / que camino a lo malevo, / que soy chueca y que me muevo con un aire compadrón” -improvisa Susana-, y quiebra con una sonrisa la expresión firme de su seudopretendiente. Es apenas el comienzo de una noche de sorpresas.
En el telón de CARAS, una vez más, la diva se convirtió en homenajeada para recibir el premio de la presidencia de la Academia Latina de la Grabación, entidad reconocida por la organización de los premios Grammy Latino, por su labor de difusión de la música iberoamericana. Junto a ella se distinguió también al folclorista “El Chaqueño” Palavecino y al músico Fito Paéz.
Desde las 19:30, del miércoles 12 de marzo, más de 500 invitados, entre empresarios, artistas, políticos y deportistas, se reunieron en “Señor Tango” para celebrar, por primera vez en la Argentina, una entrega de los premios Grammy Latino. “¡No lo puedo creer. Este lugar es buenísimo!”, dijo Mauricio Macri, cerca de las 21:00, después de cruzar la alfombra roja y atravesar la pintoresca entrada inspirada en su ambientación en el “Caminito”, de La Boca. De la mano de su novia, “Malala” Groba, una de las mujeres más elegantes de la noche, el jefe de Gobierno porteño visitó por primera vez la casa de tango fundada en 1995, de la que su padre, Franco, es habitué. Con una precisión heredada de los Grammy norteamericanos, Alejandro Raineri organizó la convocatoria de los invitados. Sobre la red carpet, una a una, desfilaron las damas: Liz Solari, Rossella della Giovampaola (como siempre vestida por Oscar de la Renta), Ana Laura Goycochea (con diseño propio), Daniela Cardone (vestida por Claudio Cosano, Mónica Gutiérrez, Virginia Innocenti, Teresa Calandra (by Alta Moda), Mónica Parisier, Analía Maiorana, Gloria Carrá y Fabiana Cantilo. Entre los hombres estuvieron León Gieco, Gustavo Santaolalla, y como figuras indiscutidas, Mariano Otero, Diego Balut, Juan Darthés, Patricio Giménez, Gino Renni y, entre los grupos musicales, “Los Nocheros”, “Airbag”, “Miranda!”.
Después del cóctel, los invitados ocuparon las más de 60 mesas del salón principal. Dady Brieva condujo el evento y les dio la bienvenida. Como no podía ser de otra manera, se rindió un significativo homenaje a Jorge Guinzburg, fallecido la mañana de ese día. “Echó por tierra el mito de que los cómicos tienen que tener cara de traste”, dijo Dady, emocionado. Enseguida el presidente de los Grammy Latino, el mexicano Gabriel Abaroa, dio la bienvenida oficial y destacó la presencia del presidente de los Grammy Internacional, el estadounidense Neil Portnow. Minutos después se sirvió la comida: un tournedo de lomo acompañado con vegetaux petit cocidas al vapor, oignons confitadas sobre cous-cous y mix de hojas verdes. Para el momento dulce, pequeñas porciones de distintos postres: humedad de maracujá y bananas con salsa toffee, chocolate pie con salsa de frambuesas y cremoso de jengibre frozen en crocante de cardamomo. Para acompañar se sirvieron vinos “Angélica Zapata Alta” en sus varietales Chardonnay y Cabernet-Sauvignon.
A las 23:00, se inició la entrega de premios. Como prólogo, Fernando Soler hizo una versión inédita del clásico “Balada para un loco”, que presentará oficialmente en un mes con el lanzamiento de su disco. Orgulloso con el nombramiento de “Señor Tango” como icono de la música argentina, el cantante le dedicó su presente a su esposa, Soledad, y sus hijos, Juan Manuel, Antonella y Nazareth. “Esta noche es muy especial para el espíritu de esta casa”, dijo Soler. Enseguida se entregó el primer premio de la presidencia al “Chaqueño” Palavecino, que recibió la estatuilla de manos de Santaolalla. A continuación, subió al escenario Gieco para distinguir al segundo homenajeado: Fito Páez. En una gran pantalla se exhibió una sinopsis de su carrera. “Es muy emocionante repasar mi carrera. Soy apenas un eslabón más en la profunda y hondísima tradición de la música argentina”, admitió Fito, que vendió más de tres millones de discos en su carrera.
Como cierre de la noche, los presidentes de los Grammy Latino e Internacional invitaron al escenario a Susana Giménez y la distinguieron con el premio de la presidencia. “Nunca hubiera soñado ganar un Grammy. Lamento que no sea porque canto bien —ironizó la diva—, pero por haber aportado a la música y por trasmitir el talento de los artistas latinos”, agradeció Susana. En una extensa entrevista con Oscar González Oro en el programa “Posdata”, habló sobre el regreso de su programa: “Vuelvo en junio, me `tatoborisé´. Voy a trabajar seis meses y seis no, pero para siempre”. También hubo tiempo para hablar de su hija, Mercedes Sarrabayrouse, quien presenció la distinción a su madre junto a su esposo, Eduardo: “Es un ser muy luminoso. Somos muy pegadas. Hablamos por teléfono todos los días. Hay mucho amor entre nosotras”. Y como si ser destacada en el ambiente de la música con un premio Grammy Latino fuera poco, la diva se despidió, no sin antes deslizar uno de sus sueños aún sin concretar: “Hacer una película con Almodóvar o filmar en Hollywood”
En el telón de CARAS, Susana juega con su vestido rojo de organza, creación de Valentino.
Además de Susana, también se distinguió a Fito Páez y al “Chaqueño” Palavecino con el premio de la presidencia otorgado por la Academia Latina de la Grabación, que organiza la entrega de los Grammy Latino. Dady Brieva se lució desde la conducción.
Por Diego Esteves
1 comentario:
Porque el grammy a Susana?
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