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domingo, 22 de junio de 2008

Analisis del programa de Susana (La voz del interior)

¡Ojo! que te veo
Dos semanas a medias con Susana
Juliana Rodríguez
Dicen por ahí que si uno enfrenta cuatro celulares, pone al centro un grano de maíz y los hace sonar en simultáneo, en segundos se obtiene pochoclo. Si eso ocurre con las ondas de los teléfonos, el experimento puede repetirse con la reina de los teléfonos. El laboratorio sería un living y el conejito el espectador, expuesto a la radiación sistemática, día a día, del programa de la rubia. Puede ser todo un shock. Susana fue la única que, por lo menos hasta fines de esta semana, no dijo una palabra sobre el conflicto que detuvo el país. Mientras, el resto de la troupe no podía mirar para otro lado: Mirtha puso el tema sobre la mesa, Pergolini llamó a la reflexión y Tinelli dejó por unos segundos de arrancar bombachas con los dientes para convocar al diálogo. Pero Susana, en una decisión que no fue casual, ni mu. Sólo unos días antes, en una entrevista en Radio Mitre, se había manifestado en contra de las retenciones. “No se puede tener estas retenciones porque no se puede trabajar. No parás de pagar impuestos en este país”, se quejó indignadísima la diva, que algo de impuestos debe haber entendido después del revuelo de los autos con franquicias de la década de 1990. Pero la rubia prefirió apostar a su carisma de entrevistadora despistada y perfiló su programa otra vez como un show de intimidades, la vidriera oficial que sienta a los invitados sobre el banquillo blanco, les pone un spot de TV en la cara y espera que le cuenten al público, sencillamente, “en qué andan”. Así, la diva presentó a Facundo Arana para que presente en sociedad su flamante paternidad; a Ivana Sacanni y Estevanez que entregaron en exclusiva la cara de su hija a sus cámaras; a los comodines de siempre, Graciela Alfano y Matías Alé, para que explicaran de qué se disfrazan (en la alcoba, aunque bien valía como pregunta genérica); y sentó a Wanda Nara para que cuente cómo fue la luna de miel. La esposa de Maxi López hasta le pidió consejos para hacer puntería con ceniceros. Las damas de los perritos. Después vino Moria, y tuvieron su té canasta. Entre muchos te quiero, las dos empezaron a improvisar y evocar viejas épocas, hasta que la morocha cambió los roles, empezó a hacer preguntas y, peor, comentarios. “Vos tuviste una historia con Cacho y me decías que algo de él no te gustaba mucho”, lanzó la Casán con boca de cocodrilo. Por Cacho, se refería a Castaña, y por el “algo”, insinuó un rato hasta poner a chillar a la rubia y al fin remató “los zapatos y el dedo tambor”. A esa altura, la Jiménez estaba ahorcando a su amiga del alma como Homero a Bart. Igual, entre ellas todo se entiende, y siguieron recordando qué tiempos aquellos como compañeras del secundario que se reencuentran: repasaron los “casting sábana”, se recomendaron spas y hablaron de sus respectivas mascotas microscópicas. A esa altura, bien podrían haberse despedido con un “Muy rico el té, divino tu living, ¿quién te cose?”. Así de íntimo pretende ser el programa de la diva, para que los que almuercen con Mirtha y se atraganten con un poco de realidad (y pasen con agua los comentarios de la señora), después cenen ligero con Susana. Como siempre, este años Susana prefiere apostar a su manejo de entrevistas amenas, con un programa que, cada vez más, equivale a la página de sociales de las revistas viejas, en el que la protagonista es su simpatía y ese despiste tan blondo y naif que todos le perdonan. El experimento de 10 días de radiación ante los rayos catódicos de Susana no fue tan terrible, ni mortal, como ella diría. Ideal para comer pochocho

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaa este informe del programa de Susana es una copia al de fotolog.terra.com.ar/susana que lo puso dias atrás!!!! jajaja Lorna no subas cosas que son una copia. NO HAY QUE COPIAR

Lorna dijo...

Hola: yo no copio sin poner la fuente. Esto lo saque del diario la voz del interior. Quizas ambos lugares tomamos la misma fuente.
Lorna