"En la Argentina ya no se puede vivir y el gobierno no hace nada"
Susana está harta de la inoperancia oficial y se hace oír a diario desde su programa. Sin pelos en la lengua.
Susana es una mezcla encantadora de glamour, ángel y autencidad que hicieron de ella la diva máxima de la Argentina y una mujer, con todas las letras, “inimputable”. A ella todo se le perdona, desde hablar de un dinosaurio vivo a no saber absolutamente nada del entrevistado que tiene sentado en su sillón, mientras lee las preguntas que le prepara la producción. Ella es la número uno y, con sus 60 y pico, aún no hay nadie que ni siquiera se anime a hacerle sombra.Susana es única. Como ella, no hubo, no hay y no habrá dos. Pero últimamente, Susana está distinta. Está enojada. O más aún, está harta. Y se le nota, no porque ella lo diga en los eventos a los que va, o porque haya mandado una carta abierta, como lo hizo allá por enero de 2004, desde Miami, en medio del secuestro de Ernesto Rodríguez, padre de su entonces pareja, Jorge Rodríguez, y que fuera leída en Crónica TV. Ahora, directamente, Susana baja línea desde su programa, quizás para ver si así, alguien la escucha de una vez por todas. Al fin y al cabo, si hay una figura a la que la opinión pública argentina sigue a pie juntillas, esa no es otra que Susana.¡Así, no!Quien haya seguido el programa de la diva este año habrá notado que cada vez se exaspera más, y que, cada vez más a menudo, dice basta. Sí, también es cierto que a lo largo de los años, Susana ha venido pidiendo a los políticos de turno que se ocupen de la inseguridad y de la educación en diversas entrevis-tas (y, nobleza obliga, sin esperar que le toque ser víctima para hacerlo), pero nunca estuvo tan vehemente como ahora. Y podríamos decir que hasta sorprende –para bien- su bronca. Noches atrás, por ejemplo, sentada frente a Moria Casán, en medio de una charla que derrochaba vacuedad, Susana interrumpió más de una vez a la gran morocha argentina, que padecía incontinencia verbal elevada a la enésima potencia, para que la dejara hablar, y lo hizo con un “¡por favor, callate!” digno de Quico al Chavo, y sólo así la rubia pudo meter su bocadillo, ése que habrá atragantado a más de uno en La Rosada y que, palabras más, palabras menos, decía: “Es que así ya no se puede vivir más. ¡Basta de gastar plata en estupideces! ¿Por qué no usan esa plata para poner 3500 policías donde se deben poner y para equiparlos como se debe. ¡Mirá al punto que hemos llegado, que les tenés que dar las gracias a los ladrones por tratarte bien! ¡Pero, por favor! ¿Cuándo se van a dar cuenta de que así no se puede vivir más”, dijo Susana después de que Moria relatara cómo fue el robo del que fue víctima a mediados de septiembre en su casa de Parque Leloir, cuando tres ladrones encapuchados la sorprendieron dentro de su cuarto, mientras dormía. Un mes y medio antes, también con Moria de invitada, junto a Cacho Castaña, la situación fue similar, las quejas tuvieron el mismo tono, y allí nos enteramos, incluso, de que Susana duerme “con la puerta de mi dormitorio cerrada con llave”.Pero ahí no terminan los disparos de Susana contra la inoperancia oficial. Otra frase que pone su rabia en blanco sobre negro es la que había dicho noches antes: “¡Y después salen con lo del tren bala! ¡Pero qué tren bala! ¿Por qué no arreglan los trenes que tiene que usar todos los días la gente, que para ir a trabajar viaja como si fuera ganado. ¡No entiendo cómo no se hace algo de una vez!”, dijo la diva, furiosa. Así, una Susana mucho más metida que otros años con la realidad política, al cierre de esta edición esperaba en su living a su gran amigo y ex pareja, el actor Ricardo Darín, uno de los últimos famosos argentinos que fue víctima de un robo en lo que va del 2008. Susana y Darín, un combo carismático y angelado para bajar línea contra la inseguridad, y en el prime time.
Dos potencias unidasCuando los tres ladrones entraron en su casa del barrio porteño de Palermo, Ricardo Darín estaba en un brindis por el final del rodaje de la película “El secreto de sus ojos”. El asalto ocurrió el lunes 24, después de las 23. Su esposa, Florencia Bas, lo llamó para avisarle que los delincuentes, dos de ellos armados, la encerraron con su hija, Clara, de 15 años, en un cuarto. “Quedate tranquilo porque no nos tocaron un pelo”, le dijo ella. El asalto duró 15 minutos. La banda escapó con 20 mil pesos, equipos de audio, una cámara fotográfica, un reproductor de DVD, una computadora portátil, un plasma, joyas y trajes. “Fue un robo al voleo. Cuando vieron mis fotos se dieron cuenta de que era mi casa. Por suerte eso aceleró la huida. Eran menores. La alarma no estaba activada. Ahora vamos a poner rejas”, dijo Darín. “Entraron por la puerta con una llave, no tengo idea de dónde la sacaron. No perdimos las llaves y estaba cerrado. A lo mejor fue con una ganzúa o una llave maestra. No hubo violencia, eran tres pibes y una piba”, agrega Ricardo, aclarando, con su humor habitual, que “no eran muchachones, ni señoras. Yo soy muy respetuoso con los señores ladrones”. Ya más tranquilo, agrega: “Esto no me cambia la forma de pensar. ¿Qué es lo que hace que tres pibes salgan a afanar? No me imagino tomar represalias con los chicos. La responsabilidad de formarlos es nuestra y no creo que estemos haciendo lo debido para que tengan educación, salud, contención en las escuelas y que sus padres tengan trabajo. Estamos cansados de ver pibes en la calle y ni siquiera nos conmovemos. Hay que pensar qué es lo que hacemos por los chicos y no en bajar la edad de imputabilidad o la mano dura. ¿Seremos todos ladrones que esperamos la oportunidad? Creo que no. Se enteraron de que era nuestra casa cuando estaban acá y eso apuró la salida. Se quisieron ir para evitar el bardo que yo tengo acá en la puerta. Para algo te tiene que servir ser un semáforo. ¡Tendría que poner un león herido o un enano de jardín con mi cara! Tengo que tomármelo con humor para que no me agarre la locura y salga a robar. Mi mujer y mi hija pasaron un momento de mierda, pero los pibes no usaron violencia. Tengo alarmas y ahora, imagínense las alarmas que me ofrecen”, concluye Darín, contando los detalles del robo, tal como al cierre de esta edición la propia Susana le pedía que lo hiciera en su sillón de Telefe.Quien quiera oír...Ni Susana ni Darín aceptaron jamás meterse en política, aunque a los dos les hayan llovido propuestas. Pero hoy más que nunca, el destino los encuentra unidos en una lucha personal para ver si los funcionarios despiertan de la siesta. Darín, por lo pronto, aprovecha su posición de personaje público que siempre se mostró comprometido con la realidad, y el hecho de ser muy respetado en el mundo de la cultura, tanto en la Argentina como en España. Y lo suyo no sorprende. Lo de Susana, quizás sorprenda un poco más. Pero lo cierto es que la actitud de la diva es bienvenida, no sólo para demostrar que sí lee los diarios (La Nación, todos los días, según sus propias palabras), y que a diferencia de otras divas, no dice “me encierro en mi auto con vidrios polarizados y no me interesa nada más del mundo. No veo más el afuera; no quiero encontrarme con los cartoneros, con los chicos pidiendo, prefiero encerrarme y ser feliz”, como declaró Moria en el 2004, sin ponerse colorada, en una entrevista con Luis Majul. Y lo cierto también es que esta actitud de Susana la humaniza y la favorece tanto más que cuando, con el mismo fervor, se queja del “maldito impuesto al cheque, que al final nunca sacaron y que ¡me tiene harta!", como dijo ya varias veces este año, también en su programa.El pasado jueves 27 de noviembre, la Asociación Argentina de Editores de Revistas (AAER) distinguió a Susana con un premio Pléyade por el lanzamiento de su revista, esa misma en cuya edición de septiembre, “Susana nos pidió expresamente que hiciéramos un informe periodístico sobre la inseguridad. Fue un pedido directo de ella, porque está preocupadísma con ese tema”, como nos cuenta una de sus colaboradoras. Al salir de la ceremonia organizada en la sede porteña de la entidad, la diva dialogó con los medios a través de un megáfono, para no abrir la ventanilla del auto que la trasladaba ya que en Buenos Aires la sensación térmica era de 38 grados. ¿Qué hacía Susana con un megáfono? Todo un símbolo en manos de una diva que, este año, se hace oír más allá de los temas “light” que se toquen en su living. Todo un símbolo en manos de alguien que, como millones de argentinos, sabe que la inseguridad no es “una sensación”, como alguna vez nos quiso hacer creer un funcionario, sin que siquiera se le cayeran los bigotes de la vergüenza
Marcela TarrioFotos: Andrés Settepani y Cedoc Perfil
Susana está harta de la inoperancia oficial y se hace oír a diario desde su programa. Sin pelos en la lengua.
Susana es una mezcla encantadora de glamour, ángel y autencidad que hicieron de ella la diva máxima de la Argentina y una mujer, con todas las letras, “inimputable”. A ella todo se le perdona, desde hablar de un dinosaurio vivo a no saber absolutamente nada del entrevistado que tiene sentado en su sillón, mientras lee las preguntas que le prepara la producción. Ella es la número uno y, con sus 60 y pico, aún no hay nadie que ni siquiera se anime a hacerle sombra.Susana es única. Como ella, no hubo, no hay y no habrá dos. Pero últimamente, Susana está distinta. Está enojada. O más aún, está harta. Y se le nota, no porque ella lo diga en los eventos a los que va, o porque haya mandado una carta abierta, como lo hizo allá por enero de 2004, desde Miami, en medio del secuestro de Ernesto Rodríguez, padre de su entonces pareja, Jorge Rodríguez, y que fuera leída en Crónica TV. Ahora, directamente, Susana baja línea desde su programa, quizás para ver si así, alguien la escucha de una vez por todas. Al fin y al cabo, si hay una figura a la que la opinión pública argentina sigue a pie juntillas, esa no es otra que Susana.¡Así, no!Quien haya seguido el programa de la diva este año habrá notado que cada vez se exaspera más, y que, cada vez más a menudo, dice basta. Sí, también es cierto que a lo largo de los años, Susana ha venido pidiendo a los políticos de turno que se ocupen de la inseguridad y de la educación en diversas entrevis-tas (y, nobleza obliga, sin esperar que le toque ser víctima para hacerlo), pero nunca estuvo tan vehemente como ahora. Y podríamos decir que hasta sorprende –para bien- su bronca. Noches atrás, por ejemplo, sentada frente a Moria Casán, en medio de una charla que derrochaba vacuedad, Susana interrumpió más de una vez a la gran morocha argentina, que padecía incontinencia verbal elevada a la enésima potencia, para que la dejara hablar, y lo hizo con un “¡por favor, callate!” digno de Quico al Chavo, y sólo así la rubia pudo meter su bocadillo, ése que habrá atragantado a más de uno en La Rosada y que, palabras más, palabras menos, decía: “Es que así ya no se puede vivir más. ¡Basta de gastar plata en estupideces! ¿Por qué no usan esa plata para poner 3500 policías donde se deben poner y para equiparlos como se debe. ¡Mirá al punto que hemos llegado, que les tenés que dar las gracias a los ladrones por tratarte bien! ¡Pero, por favor! ¿Cuándo se van a dar cuenta de que así no se puede vivir más”, dijo Susana después de que Moria relatara cómo fue el robo del que fue víctima a mediados de septiembre en su casa de Parque Leloir, cuando tres ladrones encapuchados la sorprendieron dentro de su cuarto, mientras dormía. Un mes y medio antes, también con Moria de invitada, junto a Cacho Castaña, la situación fue similar, las quejas tuvieron el mismo tono, y allí nos enteramos, incluso, de que Susana duerme “con la puerta de mi dormitorio cerrada con llave”.Pero ahí no terminan los disparos de Susana contra la inoperancia oficial. Otra frase que pone su rabia en blanco sobre negro es la que había dicho noches antes: “¡Y después salen con lo del tren bala! ¡Pero qué tren bala! ¿Por qué no arreglan los trenes que tiene que usar todos los días la gente, que para ir a trabajar viaja como si fuera ganado. ¡No entiendo cómo no se hace algo de una vez!”, dijo la diva, furiosa. Así, una Susana mucho más metida que otros años con la realidad política, al cierre de esta edición esperaba en su living a su gran amigo y ex pareja, el actor Ricardo Darín, uno de los últimos famosos argentinos que fue víctima de un robo en lo que va del 2008. Susana y Darín, un combo carismático y angelado para bajar línea contra la inseguridad, y en el prime time.
Dos potencias unidasCuando los tres ladrones entraron en su casa del barrio porteño de Palermo, Ricardo Darín estaba en un brindis por el final del rodaje de la película “El secreto de sus ojos”. El asalto ocurrió el lunes 24, después de las 23. Su esposa, Florencia Bas, lo llamó para avisarle que los delincuentes, dos de ellos armados, la encerraron con su hija, Clara, de 15 años, en un cuarto. “Quedate tranquilo porque no nos tocaron un pelo”, le dijo ella. El asalto duró 15 minutos. La banda escapó con 20 mil pesos, equipos de audio, una cámara fotográfica, un reproductor de DVD, una computadora portátil, un plasma, joyas y trajes. “Fue un robo al voleo. Cuando vieron mis fotos se dieron cuenta de que era mi casa. Por suerte eso aceleró la huida. Eran menores. La alarma no estaba activada. Ahora vamos a poner rejas”, dijo Darín. “Entraron por la puerta con una llave, no tengo idea de dónde la sacaron. No perdimos las llaves y estaba cerrado. A lo mejor fue con una ganzúa o una llave maestra. No hubo violencia, eran tres pibes y una piba”, agrega Ricardo, aclarando, con su humor habitual, que “no eran muchachones, ni señoras. Yo soy muy respetuoso con los señores ladrones”. Ya más tranquilo, agrega: “Esto no me cambia la forma de pensar. ¿Qué es lo que hace que tres pibes salgan a afanar? No me imagino tomar represalias con los chicos. La responsabilidad de formarlos es nuestra y no creo que estemos haciendo lo debido para que tengan educación, salud, contención en las escuelas y que sus padres tengan trabajo. Estamos cansados de ver pibes en la calle y ni siquiera nos conmovemos. Hay que pensar qué es lo que hacemos por los chicos y no en bajar la edad de imputabilidad o la mano dura. ¿Seremos todos ladrones que esperamos la oportunidad? Creo que no. Se enteraron de que era nuestra casa cuando estaban acá y eso apuró la salida. Se quisieron ir para evitar el bardo que yo tengo acá en la puerta. Para algo te tiene que servir ser un semáforo. ¡Tendría que poner un león herido o un enano de jardín con mi cara! Tengo que tomármelo con humor para que no me agarre la locura y salga a robar. Mi mujer y mi hija pasaron un momento de mierda, pero los pibes no usaron violencia. Tengo alarmas y ahora, imagínense las alarmas que me ofrecen”, concluye Darín, contando los detalles del robo, tal como al cierre de esta edición la propia Susana le pedía que lo hiciera en su sillón de Telefe.Quien quiera oír...Ni Susana ni Darín aceptaron jamás meterse en política, aunque a los dos les hayan llovido propuestas. Pero hoy más que nunca, el destino los encuentra unidos en una lucha personal para ver si los funcionarios despiertan de la siesta. Darín, por lo pronto, aprovecha su posición de personaje público que siempre se mostró comprometido con la realidad, y el hecho de ser muy respetado en el mundo de la cultura, tanto en la Argentina como en España. Y lo suyo no sorprende. Lo de Susana, quizás sorprenda un poco más. Pero lo cierto es que la actitud de la diva es bienvenida, no sólo para demostrar que sí lee los diarios (La Nación, todos los días, según sus propias palabras), y que a diferencia de otras divas, no dice “me encierro en mi auto con vidrios polarizados y no me interesa nada más del mundo. No veo más el afuera; no quiero encontrarme con los cartoneros, con los chicos pidiendo, prefiero encerrarme y ser feliz”, como declaró Moria en el 2004, sin ponerse colorada, en una entrevista con Luis Majul. Y lo cierto también es que esta actitud de Susana la humaniza y la favorece tanto más que cuando, con el mismo fervor, se queja del “maldito impuesto al cheque, que al final nunca sacaron y que ¡me tiene harta!", como dijo ya varias veces este año, también en su programa.El pasado jueves 27 de noviembre, la Asociación Argentina de Editores de Revistas (AAER) distinguió a Susana con un premio Pléyade por el lanzamiento de su revista, esa misma en cuya edición de septiembre, “Susana nos pidió expresamente que hiciéramos un informe periodístico sobre la inseguridad. Fue un pedido directo de ella, porque está preocupadísma con ese tema”, como nos cuenta una de sus colaboradoras. Al salir de la ceremonia organizada en la sede porteña de la entidad, la diva dialogó con los medios a través de un megáfono, para no abrir la ventanilla del auto que la trasladaba ya que en Buenos Aires la sensación térmica era de 38 grados. ¿Qué hacía Susana con un megáfono? Todo un símbolo en manos de una diva que, este año, se hace oír más allá de los temas “light” que se toquen en su living. Todo un símbolo en manos de alguien que, como millones de argentinos, sabe que la inseguridad no es “una sensación”, como alguna vez nos quiso hacer creer un funcionario, sin que siquiera se le cayeran los bigotes de la vergüenza
Marcela TarrioFotos: Andrés Settepani y Cedoc Perfil
6 comentarios:
por la inseguridad o por otra cosa susana blindo el auto?
para mi nico repetto le mando a robar a darin en venganza de lo que todos sabemos
Susana esta preocupada por la inseguridad que vos le producis !
No puede creer que gastando tanto en guardaespaldas te les sigas colando por todos lados !
AFLOJA LORNA SUSANA SE VA DEL PAIS PARA NO VERTE
a ver..susana preocupada x la inseguridad...perdon! susana pertenecio a la fiesta menemista de los 90, y para el 2003 lo siguio votando. Q se de cuenta q todo lo q pasa ahora es culpa de los q arruinaron el pais y ella apoyo tanto, menem, cavallo, y ahora macri q seguro ella voto. Por favor..doble discurso no! odian a los kirchner porq son mas zurdos q lo q a ella les conviene. Admiro a Susana pero cuando habla de politica la caga feo.
Hola Mariana: creo que todos los cuidadanos tenemos derecho a opinar de política. Tanto vos, como Susana, como yo. Todos tenemos derecho a opinar, así que perfectamente Susana pudo opinar en su momento lo que opino y ahora no gustarle los desastres de Cristina y Nestor y como estamos en democracia tiene toda la libertad de decirlo.
Si es por haber votado a Menem, lo hizo más o menos la mitad de la población, así que es injusto reprocharselo y cada uno tiene derecho a votar a quien quiera.
La inseguridad a mi criterio no es culpa de un solo gobierno ni de una sola causa y todos tenemos derecho a quejarnos de ella.
Además suponiendo que Menem fuera el culpable de todo lo que se le atribuye, ya pasaron casi 10 años de que se fue del poder y no solo que los que lo siguieron no mejoraron las cosas sino que las empeoraron.
Creo que no se puede demonizar a un solo presidente, porque De la Rua, Duhalde y Kirchner hicieron muchos desastres también.
Sobretodo creo que todos tenemos derecho a opinar y quejarse cuando se vulneran nuestros derechos y la seguridad es un derecho de todos.
Un beso enorme,
Lorna
Muy bien Lorna asi se habla!!
Ahora resulta q Susana tiene la culpa de todo??
La sociedad Argentina tambien somos todos!
Anonimo argento
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