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sábado, 4 de marzo de 2006

Susana en el mundo de los multimillonarios. Gentileza Infobae

Susana, en el mundo de los multimillonarios La diva de los teléfonos viajó a Dubai y se hospedó en el único hotel siete estrellas del mundo donde una noche cuesta alrededor de… ¡Treinta mil dólares!. Además, un empresario quiso "comprarla"

Burj al Arab, Torre de los Árabes, es el nombre del hotel siete estrellas que hospedó a Susana Giménez durante su viaje a Dubai, en Emiratos Árabes Unidos, donde permaneció por seis días. Desde esas tierras lejanas Susana se comunicó en reiteradas ocasiones con Jorge Rama, su actual pareja, para ver còmo continuaba el estado de salud de Jazmín, quien había quedado al cuidado del empresario en Buenos Aires. Por esos días, el diminuto can se encontraba delicado pero estable, situación que motivó a que la conductora luego viajara desde Medio Oriente hacia Miami, con la idea de hacer todo el shopping que no había podido realizar trabajando en Dubai. El lujoso complejo que albergó a la estrella argentina ostenta siete restaurantes pero, quienes conocen el lugar, afirman que se destaca el Al Mahara, un restó submarino que transmite la sensación de estar comiendo en lo más profundo del mar, rodeado de llamativas especies. A pesar de las delicias que se sirven en el lugar, donde las especialidades son los pescados y mariscos, Susana siguió con rigor la dieta que le preparó especialmente el doctor Máximo Ravenna. Tal vez eso la salvó de contraer una erupción, mal que aquejó a buena parte del equipo que la acompañaba. Un gigante levantado sobre una isla artificial, con una fachada espectacular y una altura que sobrepasa los trescientos metros, esta maravilla arquitectónica cuenta con doscientas dos suites de lujo entre las cuales se distinguen ciento cuarenta y dos habitaciones de lujo, dieciocho suites panorámicas, cuatro suites club, veintiocho suites dobles, seis suites de tres camas, dos presidenciales y dos suites reales. La invitada especial se ubicó en una de las exclusivas habitaciones presidenciales, revestida en oro. Cada habitación posee camas giratorias, cine privado, veintisiete líneas de teléfono, computadoras portátiles con acceso directo a Internet, televisores gigantes y una organizada brigada de mayordomos a disposición, entre otros confortables servicios. Un día allí ronda desde los mil quinientos dólares, por la habitación más barata, a los treinta mil dólares que cuesta un apartamento de ochocientos metros cuadrados.Entre las anécdotas divertidas del viaje trascendió que varios árabes quedaron impactados por la belleza de la dama y que habían intentado comprarla por camellos, como le había ocurrido, años atrás, durante su estadía en Egipto. Preparado especialmente para no sentir las cargas sísmicas y el viento, el Burj Al Arab es considerado, por muchas razones, el mejor hotel del mundo y una verdadera obra de la ingeniería sostenida por pilares ubicados a cuarenta metros bajo el nivel del mar. Situado a diecisiete kilómetros al sur de Dubai y ubicado a casi trescientos metros de la costa, para no proyectar sombras sobre la playa, desde allí se pueden disfrutar vistas únicas del desierto y aterrizar en el exclusivo helipuerto ubicado en el piso veintiocho. Para su construcción se recurrió a los más distinguidos materiales: granito azul bahía proviene de Brasil, mármol de Carrara y las piedras preciosas del norte de Italia, además de mosaicos típicos de la cultura árabe. Las paredes, columnas y techos están revestidos con láminas de oro provenientes de India. No se deprima pero el Burj al- Arab es la clase de hotel al cual la mayoría de los mortales jamás podrán acceder… A excepción de Susana, claro está.

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