Susana tentada por el cine (Clarin)

TELONES Y PANTALLAS

Susana tentada por el cine


El director que la quiere es Alfonso Arau. Mexicano, 74 años. Dirigió a Woody Allen y a Sharon Stone en "Picking up the pieces" (2000), una película que no se estrenó en la Argentina. Su gran éxito fue "Como agua para chocolate" (1992). Acaba de rodar "Dare to love me", un filme basado en un supuesto romance de Carlos Gardel con una prostituta.




Qué va a hacer el año que viene Susana Giménez es la pregunta del millón. Y lo cierto es que, en su plácido año sabático, a la diva de los teléfonos no paran de lloverle propuestas de todo tipo. Y ella las estudia a todas con atención. Sin embargo, hay una que la tienta especialmente. Viene vía México y encaja justo con uno de los deseos más postergados de nuestra blondie star: volver a la pantalla grande.

"Me llamó Alfonso Arau, el mismo director de Como agua para chocolate y me propuso filmar juntos —le aseguró a Clarín Espectáculos—. Me muero de ganas porque él es genial, lo admiro muchísimo y me enorgullece que haya pensado en mí, a pesar de que no nos conocemos personalmente". Su, que está cada día más linda y más flaca, prefirió no adelantar los lineamientos del guión y el perfil de su personaje. Sólo adelantó que no es una comedia: "Se trata de un thriller policial". Y agregó entre risas: "Todavía están en la etapa de conseguir la plata. Con Alfonso ya hablamos mil veces por teléfono y yo le digo que ojalá se dé. Si no, bueno, por lo menos me quedo con los 10 kilos que bajé". Susana debutó en cine en 1968, con En mi casa mando yo. Su último filme fue Esa maldita costilla (1999).

Por otra parte, su amiga Norma Aleandro también la tentó para hacer teatro. "Me trajo una obra de Howard, que no voy a nombrar porque acá te roban todo, pero ya la hicimos traducir. Todavía no pudimos coincidir con los tiempos. Es una idea que queda latente", contó Susana.

¿Y la tele? "Estamos en tratativas con Telefé para volver el año que viene. A mí me da mucha felicidad hacer el programa de siempre, pero tengo dos condiciones: que me respeten el horario de las ocho de la noche, del que nunca me tendría que haber ido; no quiero que me pase como el año pasado, que por ahí llamaba y del otro lado a veces ya estaban durmiendo; y que pongan plata para contar con una buena producción".

En la vida personal, todo marcha más que bien. Fanática de los viajes, reparte su tiempo entre su casa de Miami, la chacra de Punta del Este y algunas escapadas con su novio, Jorge Rama. ¿Y de amores, Su? "Me siento feliz... y en paz".


Lucila Olivera