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sábado, 16 de diciembre de 2006

Analisis de Susana (Noticias)

Otros integrantes del star system se concentran en perfeccionar su técnica para hipnotizar públicos y maximizar los beneficios económicos que les permite ese don. Pero nunca osarían dedicarse a administrar las aptitudes de terceros y, no sin cierta sabiduría, huyen despavoridos ante la sola idea de organizar una empresa o asumir otras responsabilidades.

A Susana Giménez se la comparó en los años ‘90 con Tinelli porque siempre se atribuyeron las pérdidas económicas de aquel Telefe a los altos honorarios de ambos. Pero ella representa comercialmente el caso más habitual en la TV, o sea el opuesto a Tinelli. Probablemente si Tinelli hubiera imitado a Susana, focalizada en que otros le paguen, tendría hoy más dinero. Pero su animal spirit lo empuja a meterse en otras batallas.
El espejo de Susana no sólo resulta útil para reflejar ventajas o desventajas económicas de la forma en que Tinelli manejó su carrera sino, también, permite comparar otro tipo de similitudes. Un actor aparece en pantalla siempre caracterizado, hace el papel que el guión le impone en cada ocasión, se saca y pone máscaras como si fueran un vestido. Susana y Tinelli, sin embargo, hacen de Susana y Tinelli. En sentido literal, ninguno de los dos actúa sino que se representan a sí mismos. Esta puede ser una desventaja porque las máscaras que usan los actores nunca estarán el suficiente tiempo como para que ellos mismos corran el riesgo de convertirse en una de esas máscaras, por lo menos si no quieren.

Pero la Susana que se muestra en la pantalla es, esencialmente, la misma Susana que es en la vida real. Tinelli no.

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