Mirtha o Susana ( basado en texto de Mariano Abraham)

Me divierte a veces recibir infinidad de mails de los fans de una diva
o la otra. A veces preguntan cosas, pero la mayoría de las veces
observo que se ha instalado una especie de competencia con el fin de
llegar a la conclusión de cuál es la mejor, la que más vende, la que
más rating tiene o cuál de las dos perpetuará a lo largo de la
historia.
No tengo yo la verdad, por supuesto, pero...¿cabe alguna duda que las
dos son inigualables?


Susana comenzó y mantiene aún hoy otro perfil. La juega de inocente
(no lo es) y la gente le perdona que sus dinosaurios esten vivos.
Susana es más "del pueblo" y cuando a cada televidente, sin conocerlo,
le dice que lo quiere se sabe que es así. Tal vez su éxito la alejó un
poco de la realidad. Ella ama Miami y su séquito de guardaespaldas la
protegen del mundo...del peligro de esta maldita inseguridad pero
también de la carta que le pueda querer entregar uno de sus fans.
Susana no canta bien y no hay quien no se sepa al menos un pedacito de
sus musicales. ¿Será que representa toda esa espontaneidad y desenfado
que los argentinos no nos atrevemos a expresar? ¿Será simplemente que
es Susana Giménez? Las dos están tocadas por el éxito, pero ellas
lucharon incansablemetne por ello y los resultados están a la vista.

Y después...¿Qué otra diva tenemos? ¿Moria, hiriendo a toda aquella
que le pueda hacer sombra, mofándose de las "gordas" y con ese humor
ácido al servicio de destruír al otro? Tanto narcisismo habla de su
gran y total inseguridad.
¿Nacha? ¿Con su malhumor constante, peleando con todo el mundo y
disconforme con la vida? Revoliando cosas en los elencos en los que
estuvo, echando siempre la culpa al otro cuando las cosas no le salen
bien? Exigiendo, exigiendo y exigiendo.
¿Araceli? ¿Florencia Peña? Tal vez algún día, no hoy.
¿Florencia de la V? Demasiado famosa por sus guarangadas que ya
aburren, demasiado segura de que es única.
Tenemos muchas estrellas, excelentes actrices, buenas comediantes,
vedettes destacables, glamour, gaterío que abunda, divismo que no
pueden sostener.

Ni Mirtha ni Susana. Las dos. CON EL BRILLO DE SUS PROPIOS NOMBRES.